¿De dónde partimos para la construcción de conocimiento?

Es un error esperar resultados diferentes, si siempre intentas lo mismo. Para innovar y hacer las cosas distintas, necesitas construcción de conocimiento. Se cree que la generación de conocimiento es una tarea muy complicada, pero en realidad no, en el caso de las organizaciones de la sociedad civil, muchas veces basta con mirar detenidamente el trabajo cotidiano. Lo importante es tener claras las motivaciones para generar conocimiento. ¿Para qué lo podemos hacer? 

1. Para analizar y sistematizar información que queremos dar a conocer entre la ciudadanía

El primer aspecto en el que la construcción de conocimiento es útil es la transmisión de información relevante. Si bien es cierto que como organización generamos datos todo el tiempo, no siempre son fáciles de entender. Además, es común que la información generada se quede en el círculo interno de las organizaciones. 

Si realmente buscamos que ese conocimiento sirva más allá y que genere un impacto, debemos convertirlo en contenidos fáciles de explicar, entender y compartir. Para esto es importante traducir la información a lenguaje más sencillo y difundirla en medios que tengan mayor audiencia.

2. Para documentar experiencias exitosas

Además de ser un logro, las experiencias exitosas son una excelente base para la construcción de conocimiento. A través de ellas podemos documentar una situación muy específica, las decisiones que se tomaron, las estrategias que funcionaron y los resultados.

Estas experiencias y sus resultados óptimos sirven como ejemplo de lo que se puede lograr. Por lo tanto, también se convierten en una motivación que puede impulsar a otras organizaciones a continuar con su trabajo o a no empezar todo nuevamente desde el principio. 

No podemos olvidar que se vale documentar las experiencias que no fueron exitosas. Incluso, dentro de la misma documentación podemos comentar los errores y los aciertos logrados. De esta forma, transmitimos esos aprendizajes y otras organizaciones pueden evitar los errores que ya cometimos.

3. Para generar herramientas que otras organizaciones o activistas puedan usar con base en nuestra propia experiencia

La construcción de conocimiento también es la base de creación de herramientas. Además de compartir  las experiencias que vivimos, podemos crear herramientas que otras organizaciones puedan adaptar en su propio trabajo y no sólo como una estrategia para documentar nuestro trabajo.  Al mismo tiempo, nos colocan como referentes dentro de nuestro sector. Por lo tanto, nos convertimos en una autoridad dentro de nuestra área. 

Algunos ejemplos son:

  • Guías;
  • Metodologías;
  • Cajas de herramientas;
  • Casos de estudio

4. Para monitorear o evaluar alguna acción de actores públicos o para hacer evidentes situaciones que son de interés general

Parte del trabajo de las organizaciones de sociedad civil tiene que ver con el monitoreo y evaluación de acciones de los actores públicos. Pero este trabajo no se queda sólo en revisar qué están haciendo y si están cumpliendo con sus compromisos.

Documentar estos resultados también puede ser un insumo para el diseño de una estrategia de incidencia cuando los gobiernos no están alcanzando sus metas, pues es posible analizar:

  • ¿Qué compromisos adquirieron y cuáles eran sus alcances?;
  • ¿Se han modificado estos compromisos? ¿Por qué?;
  • ¿Qué están haciendo realmente y qué resultados concretos están logrando?;
  • ¿Qué consecuencias directas e indirectas hay?;
  • ¿Qué efectos futuros se prevén?

¿Y después qué sigue en la construcción de conocimiento?

Ya que tengamos claro para qué queremos generar conocimiento, es necesario identificar nuestros recursos para hacerlo:

  • ¿Quién lo va a hacer?; 
  • ¿Ya tenemos la información que necesitamos? Si no la tenemos, ¿cómo la vamos a conseguir?;
  • ¿Qué parte de nuestro trabajo queremos usar para generar conocimiento?; 
  • ¿Necesitamos expertos en gestión del conocimiento o en documentación?; 
  • ¿Tenemos tiempo para hacerlo?; 

Durante esta fase de análisis es importante pausar un momento hasta obtener todas las respuestas. De esta forma, el trabajo resultante será de mayor calidad y realmente aportará a la construcción de conocimiento con eficiencia.

Otro aspecto a considerar es el público al que queremos que llegue ese conocimiento:

 ¿Somos nosotros internamente o lo queremos socializar entre nuestros interlocutores o para el público en general? 

Otros aspectos a considerar

Las preguntas anteriores son importantes, porque los mensajes y la forma comunicarlos estarán en función de la audiencia: no es lo mismo compartir la información con expertos en el tema, que con personas que no están familiarizadas con los conceptos ni conocen del tema.  

Es importante considerar el tiempo que necesitamos para la construcción de conocimiento. Nuestras tareas del día a día posiblemente nos dejen poco tiempo para hacer proyectos adicionales. Quizá tengamos objetivos realistas y nos organicemos de tal forma que la generación, análisis y gestión del conocimiento no requiera tanto tiempo. También es probable que valga la pena contratar a un externo para que nos apoye.

No tengamos miedo de generar conocimiento

Una de las razones que evitan la construcción de conocimiento tiene que ver con que no sabemos si realmente nuestras experiencias son importantes o si se pueden extraer lecciones útiles para otras organizaciones.  En este sentido, recuerda que, quizá, lo que para tu organización es información básica, puede ser relevante para otras organizaciones que apenas empiezan su camino. Entonces, no tengamos miedo de transmitir aquello que sabemos. ¡Siempre será útil para alguien!

Una de las claves para el cambio social es la colaboración, para la cual resulta esencial construir y compartir conocimiento. A través del análisis, documentación y difusión de nuestras propias experiencias y procesos, podemos contribuir para reimaginar colectivamente el impacto que podemos lograr.