Hablar de salud financiera en las organizaciones de sociedad civil para algunos resulta un tema complejo o, incluso, secundario. Sin embargo, el aspecto monetario es igual de importante que nuestro trabajo sustantivo, si deseamos que nuestra organización tenga orden y pueda cumplir con sus objetivos.
En este sentido, una organización de sociedad civil que tiene éxito y logra mantenerse a largo plazo suele tener un buen control financiero.
Salud financiera, herramienta que genera confianza
La salud financiera de nuestras organizaciones y la claridad sobre sus límites brinda confianza a nuetros donantes e interlocutores principales. Además, también ayuda a la Asamblea y a los equipos a conocer mejor a nuestra organización, identificarse con ella y contribuir con su sostenibilidad, pues son los primeros afectados por una salud financiera deficiente.
Herramienta indispensable para alcanzar nuestros objetivos
En muchos casos, las organizaciones de sociedad civil contamos con menos recursos de los que son necesarios para funcionar de manera óptima, por ello, hay que tener claridad sobre nuestras necesidades financieras. Esto nos ayudará a tener intercambios elocuentes sobre nuestra situación actual y nuestros retos con contrapartes clave. Una buena salud financiara se traduce en una comunicación fluida que aporta confianza, incluso mayor capacidad de atraer nuevas fuentes de financiamiento.
En el caso de las organizaciones que tienen menos recursos, es importante notar que la salud financiera se vuelve aún más importante. Ellas necesitarán aprender a administrarse mejor. De lograrlo, tendrán un crecimiento seguro. De no hacerlo, las organizaciones de la sociedad civil tendrán mayores inconvenientes para lograr sus metas.
Las organizaciones de sociedad civil necesitan claridad sobre su salud financiera
Esta claridad tiene muchas ventajas. Por el lado del financiamiento, nos permite explicar mejor a los donantes:
- Los recursos que necesitamos;
- A qué actividades los vamos a destinar;
- Cómo esos recursos se traducirán en resultados tangibles.
Estas son preguntas que deben tener una respuesta clara y lógica si deseamos tener éxito al buscar recursos. La realidad es que pocos donantes estarán abiertos a dar sus recursos a organizaciones de sociedad civil que no pueden responder sobre su salud financiera.
Certeza para todos los involucrados
Además, la claridad sobre las finanzas permite gestionar de forma óptima los recursos. Esto da certeza a los donantes, muchos de los cuales tienen requisitos complejos para autorizar donativos.
Al interior de la organizaciones de sociedad civil, la claridad sobre las necesidades financieras nos obliga a definir qué recursos necesitamos para hacer las actividades que nos hemos planteado, lo cual nos ayuda a identificar mejor las actividades prioritarias. La claridad y transparencia sobre las necesidades financieras también permitirá a la Dirección de la organización utilizar los recursos de forma eficiente.
Desde luego, llegar a este punto de entendimiento requiere tiempo y recursos. Sin embargo, recomendamos verlo como una inversión a largo plazo.
Mejora de eficiencia y resultados
Una adecuada planeación financiera nos permitirá conocer qué actividades están siendo más eficientes desde el punto de vista financiero. Uno de los grandes retos que enfrentamos las organizaciones de sociedad civil es la idea de que el aspecto financiero requiere conocimientos muy complejos.
Desde luego, la salud financiera requiere ciertas habilidades, pero nada imposible de lograr. Además, toda organización de sociedad civil debería tener al menos un experto en finanzas que se encargue de estos temas.
Comienza por lo básico
Tener apoyo contable asegura que estamos haciendo una buena planeación, sin embargo, todas podemos hacer este análisis, si usamos el sentido común. Recuerda que es mejor tener un presupuesto sencillo que no tener nada. Así que no tengas miedo y comienza por los siguientes pasos:
- Haz una lista con todas las necesidades de tu organización. Toma en cuenta desde lo más básico hasta los gastos operativos. ¡Cada centavo es importante! Identificar el costo real de cada necesidad. Si no lo tienes claro, pide varias cotizaciones. ¡Debemos ser precisos!
- Determina si tus ingresos actuales son suficientes para cubrir los gastos. ¿El dinero disponible alcanza para cubrir los requerimientos monetarios? ¿Será necesario recortar gastos o buscar otros ingresos? ¿Cuánto más necesitamos? ¿Cuánto dinero nos sobra a fin de mes?
La salud financiera empieza por entender nuestras necesidades reales y conocer el monto exacto que necesitamos para cubrirlas. Si la salud financiera de tu organización es buena, tal vez la ayuda de un especialista no es necesaria. Pero si estás teniendo dificultades para llegar a fin de mes, quizá sea hora de pedir ayuda. En cualquier caso, es importante dar el primer paso y determinar cuál es tu situación real. A partir de ahí podrás tomar decisiones.
Piensa y determina cómo se ve la salud financiera en tu organización y qué herramientas o apoyos requieres para lograrla. Tener esta claridad te equipará para crecer y te ayudará a gestionar y administrar los recursos necesarios —internamente y con donantes— para conseguir los objetivos que imaginaste.