Las organizaciones de la sociedad civil promueven la justicia social a través de la defensa de los derechos humanos. Consecuentemente, son interpeladas por discusiones sobre temas de diversidad, equidad e inclusión no sólo en el trabajo que hacen hacia afuera de la organización, sino por cómo incorporan y ponen en práctica estos valores al interior de su organización.
¿Por qué es importante que las organizaciones de la sociedad civil tengan discusiones internas sobre diversidad, equidad e inclusión?
Porque son actores que juegan un papel crucial en la lucha contra la discriminación y la desigualdad. Por lo tanto, las organizaciones buscan que su realidad institucional refleje los derechos que impulsan con su trabajo. Esto ha motivado a que muchas organizaciones discutan internamente qué significan estos valores y perspectivas, y analicen si sus prácticas dentro de la organización son congruentes con esto.
Los beneficios de hablar sobre estos valores en el trabajo como parte de la visión estratégica al interior.
En términos de visión estratégica, las reflexiones derivadas de estos espacios pueden ser útiles para plantear cambios internamente. Sin embargo, emplazar estos temas al interior, permite a las organizaciones reflexionar sobre cómo se reproducen las mismas prácticas que quieren cambiar en el exterior.
En ocasiones, estas discusiones muestran que no es sencillo establecer correspondencias entre valores que son abstractos con prácticas cotidianas. Para evitar que estos diálogos sobre diversidad, equidad e inclusión se queden a nivel teórico, es recomendable generar propuestas concretas sobre las prácticas institucionales. Es recomendable que esos espacios de discusión sean respaldados por la capa directiva de la organización.
Diversidad, equidad e inclusión y la estrategia externa de las organizaciones de la sociedad civil
Además de analizar qué significan estos valores y cómo se implementan en lo interno, las discusiones sobre diversidad, equidad e inclusión pueden centrarse en afinar las estrategias con las que las organizaciones colaboran con otros grupos y comunidades. Muchas de las organizaciones de la sociedad civil trabajan con comunidades históricamente excluidas y marginadas. Si trabajan con estas comunidades y no tienen esta discusión al interior, las estrategias pueden resultar insuficientes pues no se establecen relaciones equitativas y no extractivas con las contrapartes. Es importante asegurarse de tener la visión instalada en el trabajo de aquellos grupos o comunidades con quienes se colabora, pues eso permite involucrarse de manera activa e incluir su perspectiva en el trabajo.
Para lograr un verdadero cambio social, es esencial conocer y entender a grupos y personas diversas para escuchar e incluir sus voces. Y esto debe iniciar desde el interior de las mismas organizaciones de la sociedad civil, quienes suelen ser de los principales promotores de inclusión y justicia social.
Por eso, desde COMETA, te invitamos a abrir espacios de diálogo para trabajar internamente en reflexiones colectivas y cambios en las prácticas institucionales, ya que no solo te ayudará a que los equipos de tu organización se desempeñen en un lugar seguro; también será muy útil para reflejar hacia afuera prácticas que te permitan enriquecer procesos con grupos o comunidades con las que ya se colabora.