Cómo trabajar la visión estratégica en sociedad civil

Manos apuntando y trabajando sobre cuadros y gráficos sobre una mesa de madera, rodeadas de computadoras portátiles, un teléfono inteligente y una tableta, que simbolizan la colaboración y la visión estratégica. La imagen presenta una superposición degradada de naranja a verde azulado con el logotipo de COMETA

Antes ya hemos hablado sobre la importancia de llevar a cabo un proceso de reflexión estratégica. Ahora te compartimos lo que se necesita para tener una planeación de reflexión estratégica que sea realmente eficiente. En esta ocasión veremos a profundidad cómo un  proceso de visión estratégica ayuda a que una organización se conozca a sí misma y logre los resultados esperados.

¿Qué se necesita para un proceso de visión estratégica eficiente?

Lo primero que debemos considerar es que todo proceso de visión estratégica debe ser  participativo, adaptarse a las necesidades de la organización de sociedad civil y que parta de una reflexión sobre el contexto en el que se desempeña.

Esta reflexión debe darse sobre las condiciones que hay en el entorno para que pueda hacer tu trabajo y tomando en cuenta las capacidades reales (conocimiento, técnicas y de recursos) de la organización.

Todo parte de la reflexión estratégica en el equipo

Si la organización tiene metas claras puede ordenar mejor su trabajo, aprovechar todo lo que tiene (recursos y capacidades) y enfrentar los retos que le presente el contexto. Por eso, es importante que las organizaciones dediquen el tiempo necesario a este ejercicio.

En COMETA buscamos que los procesos de reflexión estratégica siempre tengan un componente de aprendizaje que contribuya al logro de los objetivos institucionales. 

Un proceso de visión estratégica es útil, porque permite:

  • Identificar los temas sobre los que hay discrepancias;
  • Identificar las causas de las discrepancias;
  • Ayuda a resolver estas discrepancias y lograr consensos.

¿Qué debemos entender antes de iniciar un proceso de visión estratégica?

Al ser una metodología participativa, es fundamental la participación de la Dirección Ejecutiva, el equipo de liderazgo y el equipo operativo que sea responsable de cumplir con las actividades que se definan durante el proceso.

El segundo supuesto se vincula con la capacidad de la organización para alcanzar acuerdos. Es decir, entender que las diferencias en las visiones y posturas al interior de las organizaciones son de proceso y no de fondo: se asume que existe consenso en la misión y en los objetivos de largo plazo de la organización, así como en sus valores fundamentales. 

Así, la reflexión los refrenda o hace ajustes que no modifican sustancialmente la visión estratégica de largo plazo de la organización. 

En caso de no existir consenso, es necesario identificar claramente dónde están las discrepancias para determinar la idoneidad de llevar a cabo el proceso.

Por eso, aunque este proceso puede hacerse de forma virtual, siempre es mejor llevarlo a cabo de manera presencial. 

¿Qué pasa con las diferencias durante este proceso estratégico?

Es normal que en las organizaciones existan discrepancias sobre las estrategias o procesos, pues el día a día imprime retos que las organizaciones deben sortear. 

En algunos casos, las diferencias o tensiones dentro de una organización son estructurales (de fondo). Es decir, lo que se cuestiona es la razón de ser de la organización. En otros, las discrepancias responden a diferencias en las posturas o valores de los integrantes o, incluso, a conflictos personales. 

En estos casos, un proceso de visión estratégica NO necesariamente logrará consensos, por lo que es importante recurrir a un profesional en la resolución de conflictos. Posteriormente, se podrá retomar el proceso de visión estratégica.

La clave del éxito en la visión estratégica

Finalmente, debido a que nuestra aproximación es participativa, para que el proceso de reflexión estratégica cumpla con los objetivos que se plantea, es indispensable que exista confianza entre el equipo directivo, el equipo operativo y de ser el caso, el equipo consultor que acompaña el proceso. Sin embargo, es de vital importancia que antes de mirar hacia afuera, vean hacia adentro de su organización. Un proceso de visión estratégica es una gran oportunidad para que una organización se conozca mejor y pueda, a través de una reflexión en equipo con apertura, confianza y aprendizaje reimaginar con claridad los resultados que puede alcanzar.

En los procesos de visión estratégica que hemos acompañado, aprendimos que el equipo directivo debe ser honesto y abierto con COMETA sobre cualquier situación que potencialmente pueda poner en riesgo el proceso. Además de que siempre reforzamos el hecho de que toda la información que COMETA maneja sobre sus clientes tiene un carácter confidencial y todas sus colaboradoras, incluyendo a las socias fundadoras, firman un convenio de confidencialidad que el cliente puede solicitar en todo momento o, en caso necesario, se puede firmar un convenio específico para el proyecto.

En COMETA podemos acompañarte con este proceso para que tu organización tenga una herramienta más para dejar huella.