Aprendizaje horizontal para las organizaciones de la sociedad civil

Ilustración que muestra a una persona señalando un poste con un letrero etiquetado como "Aprendizaje horizontal" contra un fondo de cielo. Esta imagen representa el concepto de aprendizaje horizontal para organizaciones de la sociedad civil, destacando la importancia del intercambio de conocimientos entre pares para fortalecer las capacidades colectivas y abordar desafíos complejos.

¿Por qué son importantes los procesos de aprendizaje horizontal para las organizaciones de la  sociedad civil? Los problemas que enfrentamos en el mundo son cada vez más complejos y no hay un solo actor que pueda resolverlos. En las últimas dos décadas, se ha visto que las iniciativas multiactor (aquellas que involucran a actores públicos, privados, organizaciones de sociedad civil y académicos) pueden dar resultados positivos. 

Por ello, las organizaciones de la sociedad civil debemos fortalecer nuestras  capacidades para participar en estos esfuerzos. Por otra parte, las organizaciones de sociedad civil enfrentamos retos muy complejos en todo el mundo, pues los intentos por cerrar el espacio cívico han aumentado. En algunos países, incluso, se ha criminalizado el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil.

La utilidad del aprendizaje horizontal para la sociedad civil

El aprendizaje horizontal para las organizaciones de la sociedad civil es una estrategia muy útil para  fortalecernos y enfrentar de mejor manera los retos que se nos  presentan en el día a día.  Los procesos de aprendizaje e intercambio horizontal consisten en una serie de reflexiones colectivas sobre un tema en específico. En este ejercicio participan personas que pertenecen a diferentes organizaciones. 

Como resultado, se intercambian experiencias únicas que nos permiten conocer cómo trabajan otros, a qué retos se enfrentan y cómo los afrontan. Estos ejercicios resultan muy útiles, porque podemos ver nuestra propia experiencia reflejada en otras historias. Incluso, podemos replicar sus soluciones adaptadas a nuestra propia organización. 

Es importante destacar que los procesos de aprendizaje horizontal propician la generación de conocimiento, colaboraciones y procesos colectivos. Como consecuencia, se nutre el ecosistema de las organizaciones de la  sociedad civil con aportes que permiten el crecimiento general.

¿Qué hay que considerar para hacer un buen proceso de aprendizaje horizontal?

Visto desde lejos, puede parecer que el aprendizaje horizontal para las organizaciones de la sociedad civil es un proceso simple y sin mayores requerimientos. Sin embargo, para llevarlo a cabo de forma eficiente es importante considerar:

1) El reto de generar espacios de confianza donde las organizaciones nos sintamos cómodas compartiendo experiencias positivas y negativas

Para que los procesos de aprendizaje horizontal para las organizaciones  resulten útiles, los participantes tenemos que estar dispuestos a compartir nuestras  experiencias. Esto implica tanto experiencias exitosas, como aquellas donde han habido fallas. Sin embargo, tener la apertura de exponer todos los aspectos que influyeron y se presentaron, requiere un nivel de confianza que a veces es difícil  lograr, pues es un proceso que puede ser incluso catártico para los miembros de la organización.

Esto implica abrir nuestras vulnerabilidades ante otros, lo que no siempre es fácil, pero sí es útil. Por ello, es muy importante establecer reglas claras para el intercambio, diseñando un espacio de confianza, donde todas podamos sentirnos cómodas expresando nuestras opiniones.

2) Una buena agenda y una buena facilitación

Para que el espacio de aprendizaje horizontal para las organizaciones de la sociedad civil tenga un buen resultado, es importante que sólo se centre en un tema. Esto nos permite enfocarnos en un asunto específico e identificar sus causas. También nos facilita diseñar espacios para que todos los participantes colaboremos y logremos una reflexión extensa sobre el tema que se va a tratar.

Este tema no tiene que ser necesariamente sobre la agenda sustantiva de las organizaciones. Puede ser sobre nuestras estrategias o retos. También puede tratarse de un intercambio de conocimientos o reflexiones sobre cómo enfrentar condiciones adversas en el ecosistema en el que las organizaciones participantes trabajamos. 

Una buena facilitación también es una pieza clave para tener un proceso de intercambio exitoso. Por este motivo, la facilitadora debe conocer y compartir el ethos y los valores de cada una de las organizaciones participantes, además de tener cierto conocimiento del tema sobre el que se reflexionará. 

Estos intercambios obligan a la autocrítica y debemos contar con alguien que pueda guiarnos en ese ejercicio de forma profesional y respetuosa.

Repensar los retos a los que te enfrentas y reimaginar las posibles soluciones a ellos a partir de escuchar y compartir experiencias de diversos actores puede ser una estrategia para fortalecer las capacidades de tu organización.

Estos procesos de aprendizaje horizontal, además, pueden ser un muy buen ejercicio para generar conocimiento hacia adentro y afuera de tu organización, así como una excelente práctica de colaboración para encontrar el camino hacia el cambio social que todas las organizaciones de la sociedad civil buscamos.

¿En tu organización ya están sacando provecho del aprendizaje horizontal? Si aún no tienen claro por qué deberían hacerlo o por dónde comenzar, recuerda que en COMETA te podemos ayudar. Contáctanos y trabajemos juntes.