Cuando pensamos en aprendizaje horizontal es común recordar nuestros años de estudiante e imaginar un programa académico estructurado. Sin embargo, es una herramienta útil e ideal para fomentar el aprendizaje en organizaciones de la sociedad civil.
El aprendizaje horizontal también es conocido como intercambio de experiencias. Esta denominación proviene del hecho de que se da entre pares y no desde una jerarquía donde existe un superior o un experto en los temas o las metodologías.
¿Por qué son importantes los procesos de aprendizaje horizontal?
Esto es debido a que es una herramienta que permite un crecimiento acelerado a todos los participantes. Además, les permite generar aprendizajes en las áreas donde lo requieren, en lugar de sólo aprender lo que otros definen. Además, este aprendizaje, por definición, es un ejercicio colectivo que se hace con otras organizaciones que están en nuestra comunidad de práctica, por tanto, es una experiencia inigualable para conocer cómo otros se resuelven problemas similares a los que nosotros enfrentamos y para compartir y recibir retroalimentación sobre nuestras propias experiencias.
Entre los motivos por los que son importantes los procesos de aprendizaje destacan:
Porque los problemas son cada vez más complejos y no hay un solo actor que pueda atenderlos.
Cuanto más grande se vuelve una organización, más problemas deberá resolver. Como resultado, necesitará más manos y más expertos involucrados. Si tu organización de la sociedad civil busca ser práctica, podría contratar expertos que den solución a esos problemas.
Sin embargo, es probable que el primer problema a enfrentar sea el económico. ¿Tienen los recursos para costear esa inversión? De no ser así, el intercambio de experiencias será la opción ideal. Seguramente otra organización civil está enfrentando un problema donde la nuestra tiene gran experiencia y el problema que tenemos lo pueden solucionar con facilidad.
Porque los retos para el trabajo de sociedad civil son cada vez más grandes, sobre todo el cierre del espacio cívico y el ataque al trabajo de sociedad civil.
El intercambio de experiencias también es útil cuando se trata de cierres de espacios cívicos o cuando nuestra organización está recibiendo algún tipo de ataque.
Cuando esto ocurre por primera vez, surgen dudas sobre qué hacer y cómo reaccionar. En esta situación, el acompañamiento de organizaciones de la sociedad civil más experimentadas pueden dar certeza y tranquilidad sobre cómo actuar.
Porque es muy útil conocer cómo trabajan otros y a qué retos se enfrentan.
Es común centrarnos tanto en nuestros objetivos, problemas y metas que olvidamos que otros ya han recorrido el mismo camino. Como consecuencia, podríamos terminar dando vueltas o tomando caminos más largos hacia nuestro objetivo.
Al trabajar el intercambio de experiencias nos nutrimos con:
- Nuevas metodologías;
- Estrategias diferentes;
- Puntos de vista variados;
Todos estos son elementos que nos ayudan a avanzar mejor y más rápido. Además, estas experiencias también son pedagógicas, pues nos permiten identificarnos con nuestros aliados y ver nuestra propia experiencia reflejada en otros; escuchar a otros permite aprender experiencias que después podemos aplicar en nuestra organización.
Los procesos de aprendizaje horizontal pueden sembrar la semilla para colaboraciones o procesos colectivos
Cuando comenzamos a ver el intercambio con nuestros pares como una actividad estratégica y prioritaria estamos contribuyendo también a fortalecer nuestro ecosistema y a nuestra comunidad de práctica. Estas colaboraciones nos permiten conocernos mejor y tener una comunicación más fluida que no se queda en los niveles directivos, sino que puede permear hasta los niveles operativos de nuestra organización. Esto suele allanar el camino para identificar objetivos comunes con otras organizaciones y plantear posibles colaboraciones, que nos pueden permitir avanzar más en nuestros propios objetivos y encontrar soluciones a problemas mucho más grandes de los que inicialmente veíamos.
Además, los procesos colectivos fortalecen nuestras capacidades para adaptarnos a los cambios del entorno y responder de mejor forma los retos que se nos presentan.
¿Qué hay que considerar para tener un buen proceso de aprendizaje horizontal?
Para que el intercambio de experiencias sea efectivo y nos dé todos esos beneficios de los que hemos hablado antes, es importante contar con:
Espacios seguros
Debido a que hablaremos sobre nuestras propias experiencias, es importante que nos sintamos seguras. Debemos considerar que en estos espacios hablaremos de temas sensibles, a veces desagradables o compartiremos experiencias dolorosas. Incluso, puede darse el caso de hablar sobre aspectos o situaciones que nos han puesto en riesgo.
Para que la comunicación sea fluida y honesta, es importante que el espacio donde se lleve a cabo el intercambio sea seguro, agradable y cómodo. Además, debemos llegar a acuerdos para guardar la confidencialidad de la información que compartamos y para tomar medidas de seguridad física e informática. Aunque cada organización considera sus instalaciones o espacios como seguros, los otros participantes podrían no compartir dicha sensación. Por ello, también se sugiere que cada intercambio de experiencias se dé en lugares neutrales para todos.
Una agenda con objetivos claros y una buena facilitación
Al hablar de las experiencias propias, es común perder el hilo y terminar tocando temas variados sin orden ni control. Para asegurarnos de que el intercambio de experiencias sea exitoso, es importante acordar los objetivos que buscamos con cada proceso de aprendizaje horizontal y contar con una agenda detallada que defina los temas a revisar y su distribución temporal. De esta forma, será fácil identificar cuando nos estamos desviando del tema que nos interesa y así poder regresar al camino correcto para cumplir con los objetivos de nuestro intercambio. Para realmente poder concentrarnos en la discusión sustantiva del proceso, es recomendable contar con el apoyo de una facilitación externa que nos proponga metodologías innovadoras y adecuadas para facilitar nuestras reflexiones. Además, esta facilitación nos ayudará a mantener el orden y dar seguimiento a los objetivos. Ella también se encargará de dar las pausas necesarias cuando estemos cansados y nos ayudará a hacernos las preguntas adecuadas para que nuestros intercambios se conviertan realmente en aprendizajes.
¿Has participado en procesos de aprendizaje horizontal?
Imaginar a dónde y cómo podemos llegar al cambio que buscamos es más enriquecedor y valioso cuando lo hacemos en colaboración. Aprender de las experiencias, metodologías y rutas de otras organizaciones y aliades, puede ayudarnos a pensar sobre los retos de nuestra organización de formas distintas ya definir soluciones más prácticas y efectivas.
El intercambio de experiencias, además de presentar una oportunidad ideal para el crecimiento de organizaciones y personas dentro de ellas, nos acerca más hacia la huella colectiva que todas queremos dejar.
Ahora que entiendes más sobre el aprendizaje horizontal cuéntanos la experiencia que ha tenido tu organización de sociedad civil. Si aún no han experimentado esta estrategia de fortalecimiento, te invitamos a hacerlo. El aprendizaje que obtendrás es invaluable. En caso de no saber por dónde comenzar, recuerda que en COMETA te podemos ayudar.